sábado, 21 de agosto de 2010

Elliug

Sin ninguna duda,

mirar atrás es recordar risas y momentos,

recordar una infancia y una vida.

Hará ya más de 16 años cuando pisé de forma perenne mi Málaga. Recuerdo la incesante ola de calor de aquel verano, el Mundial de EE.UU. dándome la bienvenida en una tele sin mando a distancia y con los colores perdidos por el tiempo. El olor a pintura, muebles viejos, una luz que entraba por la ventana y que no reconocía al igual que aquel aroma a mar, escombros en las esquinas de un piso de sesenta y pocos metros, desayunos en una silla rota al borde de una nevera de plástico y las ganas de vivir.

Hay muchas sensaciones y muchos recuerdos de aquella vida nueva: me acuerdo de las horas de clase muertas y eternas, de los recreos corriendo al "poli-ladrón", de Los Arcadia y de todas esas horas que pasaba allí, el tiempo entre balones, entre historias de niños y no tan niños redescubriendo la vida, pero sobre todo, siempre que recuerdo mi infancia en aquellos tiempos, me acuerdo de Guille.

Sería en una clase de “conocimiento del medio”, con aquellos cuadernos en los que había que pegar, pintar y colorear mapas de Andalucía para aprender sobre las materias primas, industrias y otras cuestiones tan intranscendentales para un niño de 10 años. Me acuerdo que entre risas y pedorretas en el silencio de clase, iniciamos aquella amistad y pese a las recomendaciones de la tutora para que me alejara de aquel niño que era tan mala influencia, yo me hice el loco y me negué en rotundo a dejar escapar la posibilidad de fraguar semejante alianza que tantos buenos momentos prometía.

Después de aquello, recuerdo la conquista de Los Arcadia, urbanización donde me sentí por primera vez como un pirata con todo los mares por descubrir. La botella; partidos de fútbol; de baloncesto; en verano las guerras de agua; aquellas partidas de rol en los portales de los bloques. Pero lo que nunca olvidaré serán las tardes jugando a la videoconsola y dando gritos mientras nos sumergíamos en la morgue de Resident Evil, los “partidos” de baloncesto en aquella “minicasta”, las partidas de Risk, las guerras de la “pelota que bota” y tantas anécdotas que saturarían el blog.

Pasó el tiempo y con él llegaron los cambios. Los partidos de fútbol y baloncesto dejaron paso a las charlas y tertulias sobre la vida, las guerras de la “pelota que bota” dejó paso a los paseos y a los bancos comiendo pipas. Y como un suspiro llegó la universidad.

Recuerdo las conversaciones con Guille sobre aquel nuevo cambio, aquella nueva vida que se abría a su paso y que aún no asimilaba con buenos ojos. Nueva gente, nuevo entorno y la desconfianza de las nuevas amistades. Aquel temor que me confesaba no era nada para mí, yo sabía que no tendría mayor problema para conocer gente y hacer amistades, a mi lo que me aterraba era perderle a él, aquella amistad, y que se diluyese en otro mundo y que se evaporase en el tiempo.

Me gusta mirar al pasado, y saber que lo que realmente se evaporó fue aquel miedo que tenía. Las buenas amistades tienen mejores y peores momentos, pero siempre están ahí, cuando las necesitas, al menos es lo que me gusta pensar y así es como me lo ha demostrado.

Los malos tiempos siempre están presentes a lo largo de nuestras vidas, lo que hay que saber es que son pasajeros, aunque duren demasiado, siempre serán pasajeros. Y que siempre están los amigos, para que esos momentos, no sean al menos tan malos.

Recuerda que por fuerte que sea la soledad, siempre estará sola, tú tienes a buenos amigos que lucharán contigo en cualquier batalla.

Ángel, no te arranques las alas, porque llegará el día en que te harán falta para volar muy alto.

3 comentarios:

  1. La vida está llena de cosas que ocurren sin motivo aparente, como si estuviera escrito que tiene que ser así. Nuestra amistad puede ser un ejemplo de ello. Surgió casi sin darnos cuenta, como un niño que aprende a hablar en sus primeros años de vida sin ser consciente de la importancia tan inmensa de dicho aprendizaje. Mentiría si dijera que con el paso de los años no me he cuestionado el porqué... por qué entre tantos niños que había en aquella clase fuimos a parar el uno con el otro... Siempre me he dicho a mi mismo que seguramente tengas más paciencia que nadie, (incluso más que Ibrahim, y eso que ya sabes que él la espera sentado) porque creo que muchas veces he sido arisco, sobre todo cuando jugábamos partidos de fútbol y me indignaba alguna jugada que no salía como quería, incluso hoy día en determinados momentos no soy el más agradable del mundo... pero siempre has estado ahí... aguantando el tirón... Quizás ahora nos veamos menos que en aquellos años, (pero es que la pelota que bota murió y sin ella no es lo mismo) seguramente yo tenga bastante culpa de ello... no suelo llamar para quedar, no suelo mandar sms de vez en cuando, ni siquiera mails, suelo estar bastante distanciado, como escondido detrás de mi mismo y solo salgo de mi escondite cuando alguien me encuentra... cosa que tarde o temprano acabas haciendo...

    Todos los recuerdos que describes también se alojan en mi memoria, junto con algunos más que seguramente tú también tengas, como el día que te quedaste encerrado en el baño, la vez que nos pilló copiando el profesor de biología que teníamos en 3 de eso... Pero quiero pensar que esos recuerdos son tan sólo el principio... 16 años? Eso no es nada en comparación con toda la vida que aún queda por delante... y aunque a veces el miedo a que nuestra amistad sea devorada por el tiempo, haga su estelar aparición, si algo he aprendido en la vida (como ya escribí en alguna ocasión) es que la gente viene y va, que la vida puede dar muchas vueltas, pero que al final, el último día del año me encontraré sentado en el banco de siempre, con un paquete de pipas en la mano y con la compañía de mis amigos de toda la vida.

    Gracias por encender una cerilla en la oscuridad, por hacerme ver que la soledad está lejos de ganar la batalla...

    ...Ya sabes que soy de los que piensan que la familia no la forma las personas que aparecen escritas en un papel... sino las que se comportan como tal... Tú formas parte de la mía...

    PD: Deberías cambiar el color del fondo del blog, daña los ojos leerlo sobre fondo negro! Y yo ya veo menos que el señor topo de los Simpson!

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  2. Mi buen amigo señor topo,
    Espero que el nuevo diseño de la página le agrade más, y no sea pernicioso para su maltrecha vista.

    PD:De chico me dijeron que si te hacías muchas paj..llas te quedabas ciego, yo no digo na.

    PD2: Siempre llevaré una caja de cerillas...

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  3. Pues no sabría qué decirte, sigue siendo un fondo oscurillo en realación al color de la letra, cuando lees aquí luego se te quedan manchas en los ojos durate un ratillo...

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