jueves, 26 de agosto de 2010

Caminante no hay camino...

A veces lo mejor es no sentir, así no padeces, no sufres.

Querer a una persona supone dar algo. No es nada físico, nada material. Es algo que sólo se ve si lo sientes, algo que cuando lo das, ya no lo puedes recuperar.

“El amor es como una flor, como una rosa. Como un regalo que alguien da a una persona y una vez que la has entregado, ya no hay vuelta atrás. Si pierdes, tendrás que esperar a que la flor vuelva a crecer, tendrás que esperar a que vuelva a nacer.”

Cuando pierdes a una persona, notas como se va una parte de ti, sientes que algo se quedó con ella. Es quizás una de las partes más difíciles cuando pierdes a alguien, ese sentimiento en el que te das cuenta que algo ha cambiado, que la realidad ya no es como la recordabas.

-Le Van, un vietnamita de la provincia de Quang Nam, desenterró el cuerpo de su mujer y estuvo durmiendo con ella durante 5 años. El hombre inicialmente iba a dormir al lugar de su sepelio, más tarde y después de cavar un túnel para dormir a su lado y evitar las inclemencias del tiempo, sus hijos, enterados sobre el asunto, le prohibieron ir por considerarlo demencial. Sin embargo Le Van no consintió el estar separado de ella. Desenterró a su mujer, la cubrió con arcilla y le dio forma humana, la vistió y así estuvo durmiendo con ella en su casa durante 5 años.

Cuando le preguntaron Le Van dijo: “Tan sólo quería abrazarla para dormir”.

Suena escabroso, muy escabroso, sin embargo no dejo de verle una gran carga emocional a esta noticia, o mejor dicho a este señor.

¿Merece la pena? Pregunta llevada hasta la saciedad, pero no dejo de planteármela una y otra vez. Pienso en ocasiones, que la vida sería más llevadera sin sentimientos tan extremos. Sentir hasta cierto punto y nada más, sin llegar a amar con el corazón, tan sólo ese cariño o ese amor que se le puede procesar a un amigo o familia… ¿No sería todo más fácil? Que pena que no se pueda tener un botón con el que poder regular la intensidad del amor. (Si tuviésemos ese botón, seguro que al final lo pondríamos siempre al máximo).

Un buen amigo, parafraseando una cita de un escritor británico llamado Clive Staples Lewis, me dijo una vez: “Somos como bloques de piedra, a partir de los cuales el escultor poco a poco va formando la figura de un hombre. Los golpes de su cincel que tanto daño nos hacen, también nos hacen más perfectos”.


Aquellas palabras me sirvieron de mucho en aquel momento, sirvieron como medicina pero también como reflexión.


Mi primera respuesta mental a aquel comentario fue rápida: ¿Para qué ser entonces más perfectos? Pese a la cualidad que eso puede aportarte como persona, ¿merece la pena sufrir para llegar a ser mejor? Supongo que cada cuál tendrá su propia visión de la perfección y por supuesto las metas de cada individuo son personales. Pero no deja de ser esto algo relativo. En las cuestiones amorosas no existe un patrón o un comportamiento establecido. Quiero decir: cada persona busca la verdad y la perfección en los distintos estamentos de la vida. Por descontado, todos intentan llegar siempre a un fin de felicidad, pero ¿Qué es llegar a la felicidad? ¿Conseguir un buen puesto de trabajo, conseguir una buena casa, conseguir una pareja que te llene o conseguirlo todo a la vez? Si el fin es la felicidad, personalmente creo en ese sacrificio, en ese dolor.


Conseguir un puesto de trabajo, supone años de estudios, de horas de trabajo y de anteponer las obligaciones laborales a momentos de amistad o familiares. Te marcas una meta, pero todo lo que recorres en esa carrera, en esa empresa hacia un puesto laboral competente, son progresos, siempre pasos hacia delante, nunca o casi nunca hacia atrás. Si intentas conseguir la felicidad en el amor, ¿cuándo sabes que estás caminando hacia delante y cuándo sabes si estás caminando hacia atrás?


Supongo que al fin y al cabo lo importante en el amor es caminar ¿o no?

2 comentarios:

  1. Lo importante en el amor, es el amor.


    Sin él es como pasar de puntillas por la vida, sin exprimirla. Si activas el botón del amor y lo pones al mínimo, acabarías por sentirte vacío, tendrías una sed que no lograrías calmar por mucha agua que bebieras.

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  2. Tu blog me gusta :D' jaja
    Bueno, supongo que si el amor no existiera o tubiera un boton... la vida sería diferente... El amor siempre te sorprende... por lo menos a mí. jaja :) beessoss^^

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