Conociste mis ojos y con ellos mi verdad.
Ahora la mentira no sirve para ocultar la realidad.
Nos enseñan desde pequeños a defendernos de los golpes de los demás, a solucionar nuestros problemas, a intentar sortear las trampas de la vida. Pero lo complicado, lo que tienes que aprender solo y no te enseña nadie más es a defenderte de ti mismo.
“No hay mayor enemigo que el que reside en mi alma y en mi corazón.”
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